Por su enorme influencia social, el fenómeno del deporte constituye un dato inequívoco para analizar la identidad nacional. Hay un hecho significativo; las más grandes hazañas deportivas del Uruguay coincidieron con grandes momentos económicos, sociales y culturales del país. Además, esos triunfos nunca fueron de deportistas individuales, sino de esfuerzos colectivos de conjuntos y equipos. Si bien en nuestro país se practican infinidad de deportes, y en muchos se han destacado representantes nacionales, no hay duda que el fútbol es el deporte popular por excelencia.
Los inmigrantes europeos encontraron un escenario propicio para los deportes que traían desde sus lugares de origen; en especial los ingleses, que llegaron al país en gran número, durante el período de
La reforma escolar impulsada por José Pedro Varela subrayó la importancia de los ejercicios gimnásticos en la educación del niño. Los inmigrantes en general, integrados durante el siglo XX a nuestra sociedad, continuaron aportando un gran impulso en la práctica de los deportes, en especial en el fútbol, pero también en otras disciplinas.
En las últimas décadas del SXIX habrá cada vez más criollos practicando deportes. Éstos pidiendo igualdad de derechos deportivos a los ingleses, formaron el Club Nacional de Regatas, exclusivo para criollos. También querían formar parte de la administración y dirección deportiva. Ya en 1904 el 80 % de los clubes extranjeros no se encuentran en manos extranjeras. La polarización entre criollos e ingleses será una característica del deporte en el Uruguay.
El 7 de julio de 1911, el gobierno de José Batlle y Ordóñez creó
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